Vibra, jadea, suspira, se estremece, escupe, aulla con la voz ya partida..
Hoy la luna medio escondida
la observa,
compasiva.
Un temblor sacude a la hada
instintiva y salvaje,
hoy no se desvanecerá sobre su pecho
ni confundirá el amor con el deseo.
Me agarro a mi misma,
me prendo de mí,
repito su nombre,
sus brazos me sostienen,
me prometo
en el silencio.