martes, 27 de julio de 2010

Porque hoy es Martes, este es mi regalo para ti.

Y cuando el alma de la hadita más en penumbra estaba
llegó él y desarmó todas sus barreras
estableciendo con ella
un contrato de aprendizaje mutuo.
Enlazándose por el amor auténtico,
como dos cometas
que se acercan cada muchísimos años
llenaron todas las noches de luces.
A la hadita no le interesó jamás
la búsqueda neurótica de compañía
simplemente para ahuyentar la soledad.
Sabía que nada era una casualidad,
el amor es una fuerza demasiado inteligente
como para regirse por el azar.
La hadita unió sus manos frente a su boca
miró embelesada a su compañero de vida
y le prometió amor eterno.

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